Corea del Sur visita el Instituto
- Sara Garcia De Oliveira
- 12 jul
- 2 Min. de lectura
16/05/2025
Los alumnos del Instituto Evangelista conocieron la cultura y la tradición de Corea del Sur de la mano del grupo misionero IYF

El gimnasio del Colegio Instituto Evangelista acogió el pasado 16 de mayo una exhibición sobre la cultura y las tradiciones de Corea del Sur ofrecida por un equipo de IYF (International Youth Fellowship), dirigido por el pastor Noé (Seongmin Kang).
El espacio estaba organizado en torno a varios puestos que los alumnos fueron recorriendo y donde aprendieron a jugar juegos tradicionales, como el tuho (lanzamiento de flechas a un cubo con la mano) o el ttakji (lanzar un trozo de papel doblado contra otro para voltearlo); se vistieron con trajes tradicionales del país asiático y recibieron su nombre en coreano.

A continuación hubo una pequeña presentación sobre Corea del Sur, su cultura y tradiciones. Les hablaron del origen de su alfabeto, la bandera del país, la ropa ceremonial y la gastronomía, muy unida a la tradición y la familia. Les enseñaron algunas palabras en coreano y disfrutaron de un vídeo sobre el país en la actualidad.

Una de las cosas que más sorprendió a los alumnos fue la exhibición de taekwondo, arte marcial propio de Corea. El pastor Noé explicó que desde niños se les enseña esta disciplina física y mental, de modo que todos son maestros.

Seguidamente, la esposa del pastor, Priscila, organizó a los alumnos en grupos para cocinar uno de los platos típicos de la gastronomía coreana, el kimbap, elaborado con arroz y otros ingredientes (nabo, zanahoria, salchicha, tortilla) enrollados en alga prensada para luego cortarlos. Los propios estudiantes lo fueron preparando paso a paso y al final lo degustaron.

Tras una canción popular coreana, interpretada por dos voluntarias del grupo, el pastor habló sobre por qué a Corea del Sur lo llaman el “país del milagro” o el “país de la fe”. Tras la guerra que en 1953 devastó el país y separó en dos la península de Corea, no había esperanza, se quedaron sin nada. Se hablaba de que necesitarían 100 años para volver a reconstruir el país. Pero los coreanos no pensaban lo mismo, y en apenas unas décadas se convirtieron en una de las economías más pujantes del mundo. ¿La razón? La fe en Dios que obró el milagro y el trabajo duro de una generación que decidió creerle.
A continuación el pastor compartió el evangelio con los alumnos. Les habló de la luz del mundo que es Jesús, y declaró que ellos, los estudiantes, eran las estrellas que iban a alumbrar la tierra.
Para finalizar, la directora del Instituto compartió unas palabras de gratitud y se hizo entrega de unos regalos a los miembros del equipo. International Youth Fellowship es una asociación surcoreana de alcance internacional que trabaja desde 1995 en la formación de jóvenes que, desde la fe cristiana, se impliquen de manera práctica en mejorar la sociedad en la que viven.




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